Hemos realizado una nueva ruta fuera de los límites de Cantabria, visitando Puentedey

La zona de las Merindades burgalesas se ha denominado tradicionalmente “la Cantabria burgalesa”, sin ningún tipo de intencionalidad política o de reivindicación territorial, pero sabemos que es una denominación que no gusta demasiado en la provincia hermana

En  Cantabria Inusual teníamos programada esta salida hace ya unos meses, pero el invierno y la primera nevada fuerte del año, nos obligaron a posponerla.

Puentedey

Paso del río por el «túnel» de Puentedey

Caminando por las calles de Puentedey podemos pensar que estamos en un pueblecito más de las montañas de Burgos: pequeño, de casas de piedra, calles empedradas, con su iglesia románica, quizá alguna persona mayor en sus calles… Sin embargo, si bajamos unas decenas de metros y observamos donde está construido el pueblo, nos daremos cuenta de que es un lugar único, especial.

Mirador de San Andrés

 

El enorme arco natural de piedra formado por el río Nela fue atribuido por los antiguos pobladores a una obra divina, el «puente de Dios», que derivó al topónimo Puentedey. El pueblo guarda interesantes ejemplos de arquitectura tradicional típicos de Las Merindades..

El lugar no se encuentra de paso a ninguna localidad importante, por lo que si queréis visitarlo, tendréis que acercaros expresamente para conocerlo.

Río Nela horadando la montaña

Al llegar al pueblo, nos encontramos con una impresionante imagen: El río Nela, una enorme cueva de piedra caliza, un pueblo colocado justo encima del gigantesco puente natural que forma la roca. Unión perfecta de naturaleza y construcción humana.

El “túnel” es todo un espectáculo geológico. Cuesta pensar que esta enorme abertura, como un puente perfecto, haya sido creada por la naturaleza debido a la acción del agua sobre la roca caliza durante miles y miles de años.

Túnel (este si) del malogrado ferrocarril Santander-Mediterráneo

Una vez debajo, resulta difícil de asumir que sobre ese hueco vacío haya un pueblo con sus calles, su iglesia y sus habitantes.

La parte más alta del pueblo es la más antigua y pintoresca. Las calles están completamente desiertas, no sabemos si por el frío o porque realmente la población es tan escasa y de gente tan mayor, que raramente se deja ver.

Palacio de los Porres

Entre el conjunto destacan dos edificios: un palacio del siglo XV, de estilo gótico y la iglesia románica de San Pelayo del siglo XI. Ambos edificios estaban cerrados, por lo que sólo pudimos contemplarlos por fuera.

Las vistas desde el pueblo a los paisajes de alrededor son muy bellas, siempre con el río Nela como hilo conductor. Si una vez que llegas a la iglesia, continuas por un camino en ligera subida en dirección a la Cueva del Paño, encontrarás un mirador con una vista preciosa de Puentedey, en donde se aprecia como las casas están subidas sobre un espolón rocoso.

Os dejamos aquí  el link a un video en YouTube para acercaros a la belleza particular de este rincón del norte de Castilla, sin duda uno de los pueblos más bonitos de España.

Ya que os hacéis una pechada de kilómetros para llegar hasta ahí, no dejéis de visitar el monasterio de Santa María de Rioseco.

Vista desde el mirador de San Andrés

Burgos, España

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