La Canal de las Tejeras, arroyo de las Tejeras, El regato, el río Redondo… parece que esta ruta ha tenido más nombres que vidas un gato. La gente de la zona nos ha dado un nombre, en las indicaciones viene otra distinta, los viejos del lugar le asignan otra diferente… ¿qué más da? Lo importante es que es uno de los recorridos más bonitos y accesibles que puedes hacer en nuestra tierruca. Y no exagero.
Para llegar al inicio de La Canal de las Tejeras nos tenemos que desplazar hasta Somahoz, pegadito a Los Corrales de Buelna. Dede ahí cogemos un camino asfaltado que nos lleva hasta el inicio de la ruta, dónde se puede dejar el coche.
Atravesamos el arroyo por un puente paralelo a la pista, que tiene un pequeño vado para que pasen los vehículos agrícolas. Recorremos un corto trecho hasta que en una curva, encontramos un poste de señalización que nos indica la dirección a seguir, ya por un camino de tierra.
Enseguida nos topamos con otro vado por el que cruzamos de nuevo el río, esta vez por encima de unas losas, comenzando un suave ascenso por un camino que domina el arroyo desde una ligera altura.
El Canal de las Tejeras está franqueado por una rica vegetación de rivera, alternando con grandes zonas de avellanos, robles y acebos. Diversos tramos, sobre todo algunas subidas, se encuentran enlosados con gruesas lajas de piedra, que en algunos momentos nos dan la impresión de estar recorriendo una calzada medieval.
A lo largo del trayecto se suceden los desvíos que nos conducen hasta el mismo cauce del arroyo, con pequeños saltos de agua y pozas de agua gélida y cristalina.
El trayecto es intimista, arrullador. Parece que estás inmerso en un mundo de cuento; de trasgos, ojáncanos, anjanas y trastolillos, sazonado por el constante murmullo del viento entre los árboles, el correr del agua y el esporádico tintineo de los campamos de invisibles vacas tudancas, perdidas en la espesura. Tus piernas te transportan, tus sentidos te llevan aún más allá.
Después de unos tres cuartos de hora de camino, el sendero abandona el cauce del río para iniciar un suave ascenso, que nos lleva a lo alto del monte del monte Brazo. En la cúspide, en mitad de una campa, encontramos un refugio propiedad del Grupo de Montaña Orza.
Una vez ahí, podemos optar por darnos la vuelta o, como yo hice, completar el paseo hasta llegar a la ermita de San Román del Moroso, una joya del arte mozárabe. A la ermita se accede tras recorrer unos 1.300 m. por una pista de bajada, con buen piso, pero algo empinada. Lo digo porque luego tendréis que volver a subirla. Pero creedme si os digo que merece la pena.
Entre una y otra cosa, y yendo a un ritmo tranquilo, parando a hacer fotos y echar un bocata al coleto, yo no tarde mas que unas tres horas.
En resumen, la canal de las Tejeras es un paseo excelente para una buena tarde de domingo, apta para todos los públicos; de dos y de cuatro patas.
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Somahoz, Los Corrales de Buelna, Cantabria, España