El castillo faro de Castro Urdiales

Casi todos conocemos el imponente castillo de Castro Urdiales, o de Santa Ana, uno de los pocos castillos que se preservan en Cantabria, además de ser uno de los mejor conservados del norte de España. Es una de las imágenes icónicas de la villa marinera, y de nuestra región.

El castillo está erigido en una península rocosa, junto a la iglesia fortificada de Santa María de la Asunción y las ruinas de la iglesia de San Pedro. Es de planta pentagonal, con torres defensivas en las esquinas, que alcanzan los 15 m. de altura, y su construcción se inició en el siglo XII.

El castillo formaba parte del entramado defensivo de la villa, que en su momento estuvo dotada de una muralla que rodeaba su perímetro. El hecho de armas más reseñable al que se enfrentaron sus muros, fue la resistencia que los patriotas españoles ofrecieron a las tropas francesas durante la guerra de  independencia. Tras una enconada defensa, los franceses tomaron la villa a sangre y fuego. Con el fin de evitar que los imperiales se apoderaran de ellas, los españoles lanzaron varias piezas de artillería al mar,. Hoy en día son uno de los principales atractivos para los buceadores que frecuentan la zona. En La Maruca me contaron una historia parecida, solo que los protagonistas fueron tropas inglesas, que habían desembarcado para dar un golpe de mano sobre Santander.

Un precioso puente une la fortaleza con la ermita de Santa Ana, situada en un promontorio frente al conjunto defensivo. 

Para mi, lo más curioso del castillo, es que el faro se yergue en una de sus torres. La fusión de ambos elementos es muy peculiar. Un castillo de esas características, es complicado de encontrar, pero ya, si le añades un faro, entonces pasa al catálogo de lugares extraordinarios.

El faro de Santa Ana está ubicado sobre el torreón sureste. Surge del torreón como un extraño apéndice, como un huésped que ha parasitado el castillo. Antiguamente también había una casa que servía de alojamiento al farero, pero se demolió al principio del siglo XX.

El faro se inauguró el 19 de noviembre de 1853, durante el reinado de Isabel II.

Tiene un alcance de 24 millas y el plano focal se encuentra situado a 49 metros sobre el nivel del mar y a 16,49 metros sobre el peñón en el que está construído. Originalmente tenía una lámpara de aceite con óptica fija, con dos lentes verticales giratorios alrededor, que funcionaba con una máquina de relojería. Después de sucesivos cambios, se acabó instalando una linterna de montantes helicoidales, procedente del Faro de Adra, en Almería. Se adelantaron a la costumbre del reciclado. En 1953 se instaló una sirena de niebla que emite cada 60 segundos la letra “C” en código Morse. No me preguntéis la razón de esa “C” porque no he conseguido encontrarla. La letra “C” en código morse es una forma de decir Sí. Debe interpretarse siempre como una señal de significado afirmativo. Pero lo de mandarles un “Si” cada 60 segundos a los barcos que navegan frente al faro, se escapa a mis conocimientos marineros.

El castillo permanece abierto todos los días.
Horarios:
Del 1 de Abril al 30 de octubre De 11.00 a 13.30 y de 18.00 a 20.00 h.
Del 1 de noviembre al 30 de Marzo
De 11.00 a 13.30 y de 16.30 a 18.30


Castillo de Santa Ana, Puente Medieval, Atalaya de San Juan, Castro-Urdiales, Cantabria, 39700, España

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