Hemos visitado Peña Amaya
Organizamos una nueva excursión de Cantabria Inusual , saliendo de los límites de Cantabria, pero dentro del histórico territorio de los cántabros. Visitamos lo que presuntamente fue la capital de los antiguos cántabros, Peña Amaya, y por un día la hacemos capital de Cantabria Inusual!
Amaya, capital de los cántabros
En esta ocasión, antes de la excursión, comenzamos por la parte “gastronómica”…
Salimos a las 10:30 de Santander hacia el enclave objeto de nuestra visita, pero hacemos primero una parada en Alar del Rey. Nos dirigimos al restaurante La Cueva, famoso por muchas cosas, pero en esta ocasión lo que a nosotros nos interesa son sus bocadillos de tortilla de chorizo, pues comeremos de picnic. Mientras nos los preparan, pedimos unas raciones de sus famosas croquetas. Hay diversidad de criterios sobre si son tan buenas como su fama. Ya se sabe que sobre los colores y el yantar, todo es cuestión de opiniones.
Una vez repuestas fuerzas y con bocadillos en la mochila, nos dirigimos hacia el cercano pueblo de Amaya, desde donde parte un camino que nos lleva al parking donde deberemos dejar los coches. Nos sorprende que, a pesar de estar en el mes de Agosto, debido al fuerte viento que azota la zona, la sensación térmica baja notablemente: vayáis en la época del año que vayáis, y sea cual sea la previsión meteorológica para la zona, no olvidéis llevar algo de ropa de abrigo!
La visita consiste en una caminata por el gran yacimiento al aire libre. El tiempo en movimiento es de unas 2,5 horas y unos 9,5 Kms. con 350 m. de desnivel. Realizamos paradas para disfrutar de la ruta, que discurre por pistas y senderos bien trazados, con algún pequeño tramo de trepada, sin demasiada complicación, siendo el tiempo total de la actividad de unas 4 horas, incluida la parada para comer en la cima.
No nos atrevemos a decir que se trata de una ruta para todos los públicos, pero sí que cualquier persona con ganas y un mínimo de forma física puede hacerlo sin ningún problema.
Los recorridos que se pueden hacer son varios, por lo que nosotros nos vamos a limitar a daros algún dato del que nosotros hicimos, un poco guiados por la intuición, y empezando por la ladera que queda a nuestra izquierda. Os dejamos unas cuantas imágenes de nuestros pasos, que os servirán para orientaros, ya que aunque encontrareis algunos paneles informativos, estos se encuentran prácticamente inservibles.
Desde el parking, accedemos a pie a la planicie inferior de la peña a través de un callejón que está excavado en la roca viva, y que es la antigua entrada que daba acceso al castro fortificado.
Una vez en el llano, es fácil divisar restos de edificaciones del antiguo poblado, primero prerromano y luego medieval. Sí, lo sabemos, hay que echarle mucha imaginación, pero esa a nosotros nos sobra…
A nuestra izquierda, dos moles rocosas, llamadas “muelas”, y no del juicio, que componen Peña Amaya: el Castillo y Peña Amaya propiamente dicha.
El Castillo
Albergó una fortaleza medieval de la que apenas queda algún foso y restos difusos de muros. De nuevo hay que echarle un poco de imaginación, pero si cerráis los ojos y prestáis atención, podréis escuchar los escudos y las armaduras chocando…..
Vamos ascendiendo buscando un portillo para llegar hasta la meseta superior , desde donde las vistas son excepcionales. A la izquierda vemos la Peña de Albacastro, y de frente la Peña Amaya propiamente dicha
Hacia el sur, unas vistas de la meseta castellana que, cuando el día está despejado, alcanzan muchos kilómetros.
Peña Amaya
Bajamos hacia el portillo que separa ambas peñas, y avanzamos por un sendero junto a la imponente pared rocosa. Ahí buscamos alguna senda, esta vez de trepada, que nos lleve hasta la meseta superior. Antes de llegar, nos encontramos a mano izquierda una cueva que nos llama la atención. Algunos de los más jóvenes que nos acompañan, se nos han adelantado y se aventuran a entrar e inspeccionarla, aunque esto nos parece un poco imprudente, pues no sabemos en qué condiciones se encuentra o si puede tener alguna torca. Juventud alocada !. Les soltamos un pequeño discurso sobre el significado de la palabra prudencia, aunque nos da la impresión de que les entra por un oído….
Una vez arriba nos dirigimos hacia el norte donde se encuentra un punto geodésico y un chozo. Aquí estamos en la cima de peña Amaya (1377 m).
Como el viento sigue sacudiendo fuerte, y ya tenemos mucho apetito, aprovechamos el chozo para protegernos del viento, y nos paramos a comer.
Después de haber recuperado energías con nuestros bocadillos (¡qué ricos estaban!), emprendemos el regreso por el lado contrario al que hemos ascendido a la peña. Desde la cima caminamos hacia el este para encontrar un portillo por el que descendemos sin mayores problemas.
Por aquí llegaremos a un sendero inferior que tomamos en dirección a la peña del Castillo, pegado a los ciclópeos muros que quedan a nuestra derecha. De esta manera circunvalamos la totalidad de la peña y exploramos todos sus costados.
Así volveremos a llegar hasta el parking donde dejamos los vehículos.
Para aquellos que quieran conocer un poco de intensa e interesante historia de Amaya, podéis pinchar aquí.
09136 Sotresgudo, Burgos, España
Palencia, España