Como estamos en verano, las actividades acuáticas nos parecen una buena idea, y el Descenso del rio Deva en piraguas es de lo más divertido y para todos los públicos.
Si eres aficionado a la canoa vas a disfrutar mucho del recorrido que ofrece el río Deva en el trayecto que va de Panes a Unquera; y si no lo eres… vas a divertirte tanto o más realizando el descenso a tu ritmo y con tus amigos. Es también muy recomendable para llevar a nuestros niños, incluso los más pequeños, que pueden ir cómodamente sentados en el centro de las piraguas dobles.
En Cantabria Inusual hemos optado por contratar la actividad con Devatur, pues conocíamos la empresa y teníamos muy buenas referencias. Efectivamente no nos equivocamos, pues se portaron estupendamente con nosotros.
Por si alguno con piragua propia tiene la tentación de hacer el descenso por su cuenta, sabed que está terminantemente prohibido, para proteger los ríos de la masificación.
Todas las empresas incluyen un picnic muy sencillo en el precio, pero nosotros os recomendamos que os llevéis vuestra propia comida, que podréis guardar en el bidón estanco que os facilita la empresa.
Creemos que el Deva es probablemente la mejor de las opciones para realizar este tipo de actividades: tiene suficiente agua en cualquier época del año, y no está tan masificado como otros ríos. De hecho, nos sorprendió que en pleno Julio, hubiera tan pocas piraguas en el río, algo que realmente se agradece, pues todos tenemos en la retina esas imágenes del río Sella, donde no se ve ni en agua.
Descenso del rio Deva en piraguas
Además de servir de frontera natural entre Asturias y Cantabria, el Deva cruza espacios tan especiales como el Valle de Liébana o el Desfiladero de La Hermida. Nace en el corazón cántabro de los Picos de Europa, y en Panes recoge las aguas del río Cares. Aquí, donde el río se ensancha y calma tras los tramos más nerviosos del Desfiladero, es el lugar ideal para iniciar nuestro descenso del rio Deva en piraguas.
Nos esperan 12 kilómetros de descenso tranquilo, acompañados por un bosque de ribera de alisos, avellanos, laureles…, con divertido rápidos, playas de arena o piedra que ha ido depositando en las crecidas, todo tipo de insectos de ribera, el canto inconfundible del carpintero o el vuelo de la garza real.
Tampoco hay que olvidar que sus aguas limpias (uno de los pocos ríos salmoneros que van quedando), permiten ver cientos de peces.
En cualquier momento se puede acercar la piragua a la orilla para descansar, hacer unas fotos, darse un baño, esperar al resto del grupo. Siempre hay quien quiere disfrutar de un descenso rápido, para hacer un poco más de ejercicio, y otros que lo que quieren es dejarse llevar y disfrutar del paisaje, que os podemos asegurar es precioso. En una de las paradas aprovechamos para comer, darnos un baño, y a alguno incluso le dio tiempo a echarse una siestecilla…
Estuvimos en el río desde las 12:30 hasta las 18:00, hora límite que marca la normativa, tiempo más que suficiente para ir con toda la tranquilidad del mundo.
El único esfuerzo hay que realizarlo en los dos últimos kilómetros, ya que el agua se remansa por la cercanía de la ría y hace más exigente el paleo, pero asequible para todos.
Recomendaciones
Para que el descenso por el rio Deva en piraguas sea inolvidable, no olvidéis llevar ropa adecuada para una actividad acuática en la que seguro que acabaréis mojados. Sobre todo un calzado que no os importe mojar. Sirve cualquier calzado que no resbale, aunque lo mejor son unos escarpines. Y muy importante:¡¡¡¡crema solar!!!!
También tenéis que llevar ropa de repuesto, y una toalla para, si así lo deseáis, daros una ducha en el centro.
Podéis dejar todas las cosas que no necesitéis en una taquilla, y os facilitarán un bidón estanco para poder llevar algunas pertenecías personales, así como vuestra comida.
7, 39560 Unquera, Cantabria, España